Por Francisca Cavada Ríos
Hace alrededor de un mes el Diputado Fidel Espinoza, denunció un caso de maltrato animal. Se trataba de la matanza de miles de terneros a manos de la empresa neozelandesa Manuka, en la Hacienda Coihueco (ex Rupanco) en Puerto Octay, situación que además tiene al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) bajo cuestionamiento.
A partir de la información entregada por un grupo de trabajadores de la firma neozelandesa, Espinoza dio con el preocupante caso a mitad del año 2013. El Diputado asegura que la empresa Manuka, cada temporada obliga a sus trabajadores a matar a miles de terneros para evitar que estos consuman la leche que la empresa, una de las mayores distribuidoras del país, comercializa.
La Fiscal de Río Negro Leyla Chaín, se hizo cargo del caso luego de que llegaran a su poder fotos de la hacienda. “En las imágenes se ven gran cantidad de terneros encerrados en corrales pequeños (...) famélicos caminando sobre los cadáveres de otros”, comenta. Una vez comenzada la investigación, el 15 de enero la Fiscal se reunió con la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural de Valdivia, el SAG y la autoridad sanitaria para recabar antecedentes, pero en una conversación previa llamó la atención de Chaín. El funcionario del SAG, aseguraba que Manuka ya había sido sancionada por ellos por tres faltas, entre las que se encontraba el hecho de que nadie se cercioraba de que los terneros estuvieran muertos antes de depositarlos en las zanjas. Situación que para la Fiscalía se debió advertir.
Con respecto a este tema, las autoridades del SAG no quisieron dar una entrevista a Tele13.cl y la institución se limitó a enviar una declaración escrita donde explica que tras recibir una denuncia el 20 de agosto del año pasado se hizo la fiscalización correspondiente. “En su inspección, el SAG no detectó una situación de maltrato animal, ni indicios de que este existiera, por lo cual no había un delito que denunciar a otras instancias”, aseguró el organismo. No obstante, la Fiscal Chaín explica que “el hecho de no cerciorarse de que estuvieran muertos los terneros al momento de depositarlos en la zanja, más la denuncia que ellos reciben de un vecino, que dice que están depositando ternero vivos y los dejan a la intemperie, lógico que tiene incidencia en un eventual delito de maltrato animal”, explica la Fiscal.
La omisión del SAG hace más compleja la investigación que el Ministerio Público comenzó en diciembre. “Si hubiésemos tomado conocimiento en agosto, hubiera sido más oportuna nuestra intervención (...). Creemos como fiscalía que ellos tenían la obligación como funcionarios públicos de denunciar y no lo hicieron”, explica la fiscal.
Por su parte, la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno manifestó su rechazo a las prácticas denunciadas por el Diputado Fidel Espinoza, aclarando que existen otras salidas que evitan la matanza de terneros y les da un destino productivo a los animales, ya que para este tipo de empresas no es rentable criarlos. “Es ilógico matar a esta cantidad de terneros por una razón económica”, comenta José Antonio Alcázar, Gerente Técnico de SAGO a RadioSago.
