El jueves se enfrentaron Sturm Graz de Austria y AEK Larnaca de Chipre por la fase de clasificación de la Europa League, encuentro marcado por la agresión al árbitro asistente, el sueco Fredrik Klyver, quien terminó con la cabeza ensangrentada tras recibir un proyectil arrojado desde la tribuna.
El encuentro, disputado en el Merkur Arena, en Graz, estuvo detenido por 25 minutos hasta que el juez de línea se recuperó. Según detalló más tarde el presidente de la Federación Sueca de Fútbol, Stefan Johannesson, fue trasladado a un hospital donde recibió varios puntos.
Todo ocurrió a los 77 minutos de juego. Los chipriotas –la visita– ganaban por 2-0, a la postre el resultado definitivo, cuando un fanático local, molesto por el resultado, decidió lanzar una botella llena de líquido.
Ésta impactó en la cabeza de Klyver, quien cayó inmediatamente al suelo con la cabeza ensangrentada y el encuentro se detuvo para que ingresara el personal médico. Finalmente el asistente se reincorporó y abandonó el campo con un vendaje. Sin embargo, no pudo continuar y fue reemplazado por otro asistente.
Por su parte, el agresor fue arrestado y Sturm Graz emitió un comunicado al respecto. “Hemos decepcionado a nuestros seguidores. El comportamiento de este fan es inaceptable”, indicó.
“Esto daña la reputación del fútbol y de nuestro club. Siempre tratamos de hacer del fútbol un evento positivo y luchar contra este tipo de comportamiento”, detalló el elenco austriaco, añadiendo que “el juego limpio es nuestra principal prioridad, y lamentamos haber decepcionado a tantos fanáticos hoy”.
Statement zum Becherwurf: https://t.co/dg19zHbe8b#sturmgraz #stuaek #UEL pic.twitter.com/h9Uxbiu6ah
— SK Sturm Graz (@SKSturm) 9 de agosto de 2018
