Hace poco se estrenó Los Caballeros del Zodiaco: La Leyenda del Santuario, cinta en 3D sobre los famosos caballeros de bronce. En taquilla, le ha ido bastabte bien, en la semana entre el 02 y 08 de octubre se ubicó en el quinto lugar con 30.267, acumulando 75.300 espectadores, según datos de Ultracine.
Aun así, entre los críticos y los fanáticos no ha logrado una recepción tan cálida, caso similar al que ocurrió con Dragon Ball Z: La batalla de los dioses. ¿A qué debe este fenómeno? Dos expertos conversaron con T13.cl para analizar lo que sucede.
Para Fabián Cerda, editor de “Anime, Manga y TV” y guía de anime en Guioteca, el error común de ambas fue promocionarse como viajes a la nostalgia. “Estas están llenas de elementos nuevos que no terminaron de convencer a la mayoría de los fans. Es algo que a mi juicio se debe a la terquedad de Toei Animation (estudio de animación japonesa) al seguir intentando hacer proyectos que lleguen a la mayor cantidad de público posible y así obtener mejores resultados comerciales, cuando lo mejor es apostar por un nicho más cerrado".
“En el caso de Los Caballeros del Zodiaco se perdió mucho más la esencia original que en Dragon Ball Z. Respecto a esta última, fue que todas las películas anteriores de la serie venían siguiendo una estructura argumental muy similar, en donde se intentó crear una historia más cómica con elementos que no estaban tan presentes en los filmes de serie hasta ahora”, explicó Fabián.
Por su parte, Fyto Manga, editor general de Cosmic Proyect, apunta a que estas producciones se han transformado en productos ambiguos, en especial Los Caballeros del Zodiaco. “Se han dulcificado, perdiendo esa idea varonil del original. La película es en 3D. Hay innovación pero a pesar de la espectacularidad de la propuesta, resume en muy poco tiempo la serie de los 12 santuarios”.
Para Fyto, sucede algo muy especial con la característica del manga versus una adaptación cinematográfica. “El manga es seriado, alargado hasta el infinito, un combate puede durar muchos días en varios capítulos (seriados en comic o en tv) y mantiene en vilo al espectador. Una propuesta cinematográfica hace perder el sentido del cliffhanger –suspenso en la parte final- que le da sabor a la serie que uno sigue a diario. Todo se apura, falta drama y pausa”, sostuvo.
