Un macabro hallazgo fue el que hicieron dos funcionarios que habían concurrido a una clínica en el estado indio de Kerala para destapar las cañerías: en medio de uno de los ductos había un bebé de sólo dos días, con su placenta intacta.
El director del centro asistencial, Abdul Rehman, contó que pidió asistencia profesional porque los inodoros del recinto habían dejado de funcionar el viernes pasado. Fue allí cuando vieron algo similar a una pelota.
En ese momento se inició un complejo operativo que afortunadamente logró que la niña esté viva y en franca recuperación.
Mientras tanto, la policía local investiga quiénes son los padres de la bebé mediante la revisión de cámaras de seguridad. Se piensa que la pudieron abandonar quienes van todos los días a consulta médica o bien, que una madre dio a luz en el mismo baño.
