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La agenda que Chile y Perú buscan descongelar en la era Kuczynski

La agenda que Chile y Perú buscan descongelar en la era Kuczynski
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Bachelet asistirá hoy a la asunción de PPK en Lima. En la antesala, ambos gobiernos abrieron contactos con miras a destrabar reuniones suspendidas y concluir la implementación del fallo de La Haya.

Por Tomás Martínez

Marcada por altos y bajos en su última etapa, la relación entre los Gobiernos de Ollanta Humala y Michelle Bachelet terminó tensionada. El fallo de de la Corte Internacional de La Haya -entregado el 27 de enero de 2014- puso fin a la disputa sobre el límite marítimo, sin embargo, dejó inalterada la controversia en torno a la frontera terrestre, tema que mantuvo al tope la tensión entre ambos países. 

La tarde de este miércoles, la Presidenta Bachelet partió a Lima para asistir el jueves a la toma de posesión de Pedro Pablo Kuzcynski. Sin embargo, no estuvo presente en la cena que la noche de este miércoles se desarrolló en Lima como despedida de Humala.

En La Moneda atribuyeron la ausencia de la Mandataria a temas de agenda, pues su vuelo a Lima partió cerca de las 19:00 horas. Sin embargo, el contraste fue notorio: en 2011, Sebastián Piñera asistió a la cena de despedida de Alan García, y en 2006, Bachelet hizo lo propio con Alejandro Toledo.

Para diplomáticas chilenos, la ausencia de Bachelet es un gesto para marcar un contraste entre la administración de Humala y la de Kuczynski.

Con PPK instalado en Palacio Pizarro, sede del Gobierno peruano, se busca descongelar una agenda que venía suspendida desde varios meses. La cita más relevante por retomar es la del mecanismo "2+2", que reúne a cancilleres y ministros de Defensa de ambos países.

En noviembre de 2015, ante la aprobación de una ley en Perú que cuestionaba el límite terrestre -y la posterior incursión de militares de ese país en el llamado "triángulo terrestre", Chile congeló la agenda bilateral, suspendiendo una reunión de vicecancilleres, paso previo para una cita "2+2".

Hace un par de semanas, en su primera reunión con Bachelet -concretada en Puerto Varas, en medio de la cumbre de la Alianza del Pacífico-, fue Kuzcynski quien planetó reactivar el "2+2".

Sin embargo, en Santiago esperan primero que Lima avance en un cambio de una ley interna, relacionada con la implementación del fallo de La Haya: la ley de Libertad de Comunicación, que se encuentra estancada en comisiones del Parlamento peruano. La norma permite el libre tránsito de embarcaciones chilenas por alta mar peruana, de acuerdo a normas internacionales, algo que la legislación actual de ese país no establece con claridad.

La aprobación de dicha ley es requisito, dicen en Chile, para concretar uno de los hitos emblemáticos que también fue suspendido: que ambos países concurran a Naciones Unidas para formalizar el nuevo límite marítimo establecido por el fallo de La Haya.

Como Perú aún no avanza en la ley de Libertad de Comunicación, Chile ha mantenido congelada también una modificación a una ley interna, para adecuar la norma a la sentencia de la corte internacional. Se trata de la Ley de Pesca, que incluye el concepto de mar presencial, el que choca con la aplicación del fallo. Esta enmienda ya fue aprobado por la Cámara de Diputados y espera luz verde en el Senado.

Así, una vez destrabados dichos aspectos legislativos, la hoja de ruta entre el gobierno de Bachelet y Kuczynski tendrá especial énfasis en retomar una serie de mecanismos bilaterales. Por lo pronto, la reunión de vicecancilleres, los encuentros entre las Fuerzas Armadas de ambos países, y potenciar la interconexión eléctrica, como el propio PPK ha explicitado de manera pública.

“Ya están avanzadas las discusiones de una línea de transmisión entre el sur del Perú y el norte de Chile que conectaría el sistema peruano con el chileno. Creo que eso sería una gran ventaja para nosotros, tenemos un superávit de electricidad que podríamos exportar”, afirmó Kuczynski esta semana.

Triángulo polémico

En paralelo a la agenda "positiva", en Santiago saben que las discrepancias en torno al triángulo terrestre podrían ser tratadas de forma distinta con Kuzcynski que con Humala, pero que en ningún caso el nuevo mandatario retrocederá en el reclamo tradicional de su país.

En ese contexto, en la Cancillería chilena esperan que el nuevo mandatario encapsule el diferendo limítrofe en el diálogo reservado de ambos países, evitando su debate en público.

Las expectativas chilenas se apoyan en las definiciones que ha dado hasta ahora el propio Kuzcynski. En su visita a Puerto Varas, señaló que “es un tema diplomático y creo que eso se puede ver en los canales diplomáticos”, indicando que "cada país verá sus intereses y los defenderá”, pero que “no es el tema central de nuestras relaciones exteriores y es una cosa donde nos pondremos de acuerdo con Chile, estoy seguro”. Esta semana agregó que “hay cosas como el triángulo que vamos a defender, pero vamos a trabajar con ellos”.

El amigo de PPK que asume como su canciller

Clave para mantener el buen vínculo, afirman en Chile, será el nuevo canciller de Kuczynski. Para designarlo, el nuevo mandatario debió recurrir a la historia, una historia de amistad de más de 50 años: a Ricardo Luna lo conoce desde principios de los ’60.

A sus 78 años, Luna, antiguo funcionario de Torre Tagle, se resistía a coronar como canciller su extensa carrera diplomática, que lo tuvo como embajador en misiones relevantes como Estados Unidos y Reino Unido. Pero PPK terminó por conseguir fichar al hombre que lo asesoró en sus dos campañas presidenciales y a quien conoció cuando ambos tenían unos 23 años y compartían habitación como estudiantes en la Universidad de Princeton.

El nuevo jefe de la diplomacia peruana era el candidato más seguro a asumir a la cabeza de Relaciones Exteriores, y en Chile lo sabían. A mediados de junio, de hecho, Luna fue invitado a una cena en la residencia del embajador chileno en Lima, Roberto Ibarra. La cita fue organizada con motivo de la presencia del ex agente de Chile ante La Haya, Alberto van Klaveren, quien viajó para medir el ambiente sobre cómo se viene la relación bilateral tras la administración de Ollanta Humala.

Quienes conocen el perfil del canciller de Kuczynski aseguran que se trata de un hombre con una mirada moderna y de futuro. 

En los días previos, Luna ya recibió un llamado telefónico del canciller Heraldo Muñoz. Ambos coincidieron en Estados Unidos a principios de los ’90, cuando el ministro chileno era el representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), durante el gobierno de Patricio Aylwin, y Luna era embajador de Perú ante Naciones Unidas y luego en Estados Unidos.

“Desarrollaron una amistad”, relata un diplomático que conoce la historia entre Muñoz y Luna.

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