A fines de mayo, el presidente de Evópoli, Jorge Saint-Jean, sostuvo una reunión con el ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien además de ser uno de los dirigentes más influyentes de la UDI, es jefe político del precandidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera.
La cita la pidió Saint-Jean y tenía un claro objetivo: pedirle a Chadwick interceder en favor de Evópoli para lograr avanzar en la negociación parlamentaria con la UDI.
En las últimas semanas los principales roces protagonizados entre ambos partidos de la oposición se han centrado en los cupos distritales. Y los riesgos, poco a poco, han ido quedando a la vista: Evópoli podría ser excluida de la nómina parlamentaria y comenzar a pavimentar su salida del conglomerado.
“¿Y si nos salimos de Chile Vamos?”. La pregunta siempre ha sonado con fuerza en consejos, comisiones políticas o reuniones de Evópoli, donde habitualmente algún militante o dirigente plantea la misma interrogante. Y todo radica en una razón: la mala relación con la UDI.
En ambas tiendas admiten que el problema es más complejo que el debate electoral. Hay profundas diferencias de contenido, de visión política y de proyección, que evidencian las dos almas que existen al interior de la coalición opositora.
“No tengo ningún problema contigo, pero Evópoli no me gusta”. Así de clara ha sido la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe con algunos dirigentes del partido fundado por el diputado y precandidato presidencial, Felipe Kast.
En varias reuniones la senadora ha hecho notar sus diferencias con sus socios de pacto, marcando distancia con sus posturas y también con la posibilidad de que Evópoli pueda lograr cupos para algunos distritos considerados clave, como Las Condes o el Maule.
Sin embargo, la UDI ha sido clara en sus argumentos. Considera que Evópoli es un partido pequeño que no tiene derecho a exigir. Y la mejor prueba de ello son los resultados de la última elección de concejales: mientras el gremialismo obtuvo un 33% de los votos, Evópoli consiguió apenas un 3%. "¿Cuántas veces cabe Evópoli en la UDI?", se pregunta con ironía un miembro de la directiva gremialist.
La historia de desencuentros
Durante estos tres años como oposición, los roces entre la UDI y Evópoli se hicieron notar en temas como las propuestas en materia constitucional, las posturas valóricas y en la visión de ambos partidos sobre la dictadura.
Evópoli fue la única tienda de Chile Vamos que decidió participar en los encuentros locales impulsados por el Gobierno en 2016 para elaborar una nueva Constitución, hecho que fue resistido por varios parlamentarios gremialistas opositores al proceso constituyente. Además, la idea de Evópoli de realizar cambios al Tribunal Constitucional –iniciativa apoyada por la Nueva Mayoría-, también generó rechazos en la UDI y fuertes debates en las comisiones políticas del bloque.
Más adelante, las diferencias se evidenciaron en las votaciones por la despenalización del aborto en tres causales. Felipe Kast, el único diputado de Evópoli en el Congreso, defendió su derecho a otorgar “libertad de acción” a los legisladores del bloque. Según cuentan en ese partido, el ex presidente de la UDI, Hernán Larraín, fue más flexible a la hora de aceptar esas diferencias. Pero en la tienda saben que con Van Rysselberghe será más complejo, debido a su defensa a las posturas más conservadoras de la UDI.
La UDI representa los valores más característicos de la derecha. Evópoli tiene un discurso más liberal y parecido al de la izquierda
Evópoli tiene entre sus prioridades apoyar el matrimonio igualitario y la adopción homoparental, temas que la UDI rechaza por completo. Además, el partido de Kast incluyó en su programa de Gobierno una propuesta para minorías transgénero, aspecto que el gremialismo no tiene contemplado abordar.
"La UDI representa los valores más característicos de la derecha. Evópoli tiene un discurso más liberal y parecido al de la izquierda, pero las diferencias son propias de un conglomerado", describe el secretario general UDI, Pablo Terrazas.
Otra de las diferencias contundentes ha sido la postura de Evópoli frente a la dictadura. Para la UDI es un tema complejo, y aunque algunos de sus dirigentes han intentado modificar sus estatutos para agregar una condena a las violaciones a los derechos humanos, esas iniciativas nunca han logrado éxito.
Tiene que respetarse a cada uno de los partidos en su forma de ser y actuar
Por el contrario, Van Rysselberghe ha dado varias señales de apoyo a ex militares condenados por casos de DD.HH. De hecho, a inicios de marzo la parlamentaria visitó el penal Punta Peuco, lo que generó incomodidad entre los militantes de Evópoli, partido que ha sido claro en condenar lo sucedido en la época.
"Entre la UDI y Evópoli claramente existen diferencias en varios temas y seguramente los tendremos que enfrentar en ciertos momentos de alguna manera. Tiene que respetarse a cada uno de los partidos en su forma de ser y actuar", advierte Saint -Jean.
El futuro fuera de Chile Vamos
“Sería una muy mala noticia para Chile Vamos. Espero que la UDI contribuya a abrir puertas, no a cerrarlas”, dice el diputado Jaime Bellolio (UDI) frente al riesgo de que Evópoli termine dejando el conglomerado. El parlamentario siempre ha tenido cercanías con ese partido y varios en el gremialismo advierten que tarde o temprano terminará incorporándose en esas filas.
Pero la permanencia de Evópoli en el bloque está en constante evaluación. En ese partido saben que en esta pasada electoral no es conveniente “quemar todas las naves”. Por lo mismo, insistirán en un acuerdo parlamentario de una lista.
Sin embargo, sus dirigentes tienen claro que en un eventual Gobierno de Piñera las opciones de influir serán escasas y la hegemonía de la UDI en el bloque difícil de contrarrestar.
En ese sentido, el partido mantiene en la mira una eventual salida futura de Chile Vamos, junto con comenzar a mirar otras opciones políticas o generar nuevas redes con sectores como Ciudadanos –liderado por Andrés Velasco- o con la Democracia Cristiana.
