Según cifras de Senda la dependencia al alcohol es responsable directo del 4% del total de muertes en en Chile. Un informe entregado en 2017 donde se puntualiza que jóvenes (15-24 años) beben en promedio 8 tragos cada día de consumo.
Reflejo que los chilenos beben 55 gramos de alcohol puro por día de consumo, cantidad abultada si es que se considera que por sobre 20 gramos es "riesgoso". Altas cifras de quienes ingieren alcohol, una práctica que se ha asociado a más de 60 problemas de salud de distinta índole.
Por esto es que una investigación liderada por el doctor Yedy Israel, académico del programa de Famacología del Instituto de Ciencias Biomédias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, realizó pruebas con ratas de laboratorio para la creación de un medicamento que ayude a mermar la ingesta de alcohol.
A los animales del experimento se les sometió a consumo de licor por tres meses, con dosis equivalente a una persona de 70 kilos. Dentro de la libre demanda, las cantidades se situaron en dos botellas de whisky de 50 grados y 750 cc por día.
El especialista señala que "las ratas y humanos que han ingerido alcohol durante un periodo prolongado tienen el cerebro inflamado y rancio, procesos que se potencian. Aunque el animal no esté con tiritones, con sólo ver su droga favorita recuerda cuánto le gusta beber", explicó a LUN.
Transcurrido un mes, a un grupo se le inyectó células madres mesenquimáticas en el líquido cefalorraquídeo, mientras que al resto se le introdujo un placebo. Los resultados fueron altamente positivos en quienes recibieron el medicamento.
"Si se ponen las células en una placa de Petri se pegan y quedan muy grandes pero si se dejan flotando en un líquido crecen más pequeñas, se forman esferoides, lo que permite inyectar en la vena porque su tamaño es igual al de los glóbulos blancos, además de producir gran cantidad de interluquina 10, la sustancia más antiflamatoria que produce el cuerpo" explicó Israel con respecto a los pasos a seguir en su trabajo.
Los que recibieron el placebo vieron un incremento en la ingesta de alcohol, y bebieron media botella de este líquido en una hora, al contrario de las que fueron inyectadas, porque sólo tomaron 28 gramos, algo así como lo que consume un "bebedor social". "Con una sola dosis inhibimos 80% del consumo de alcohol", destacó el científico.
Para dar con un spray efectivo, y tener como resultado un biofármaco que ayude a reducir el consumo de trago, los investigadores generaron "un ambiente proinflamatorio en tubos de ensayo en el laboratorio y allí expusimos las células masenquimáticas, para luego separar los compuestos que libera: el secretoma, porque está secretado, y exomas, nanopartículas de tejido, todo de mucho menor tamaño que las celulas madres originales", comentó Yedy Israel.
Al final del trabajo investigativo a las ratas adictas se les aplicó exomas por vía intranasal y mostraron un 70% de inhibición al consumo y luego de la segunda y tercera dosis llegó al 90%.
Debido a su éxito investigadores de Alemania y Estados Unidos pidieron los compuestos utilizados, para así probar su eficacia en otras adicciones.
