Los secuestradores habían advertido horas antes que se inmolarían si eran atacados. De hecho, habían decidido suicidarse colectivamente. Ya el miércoles habían intentado incendiar parte de las instalaciones de la Planta de Gas, pero los operarios lograron controlar el fuego.

Los medios de comunicación argelinos aseguran que al menos 11 secuestradores y 7 rehenes murieron en esta última fase de la operación. Antes de esta nueva ofensiva, al menos 12 de los secuestrados, entre extranjeros y argelinos, murieron desde que el miércoles pasado. Entre ellos había un francés y un estadounidense.

Fuentes oficiales informan que unos 30 trabajadores siguen desaparecidos tras la liberación de 673 rehenes el jueves, de ellos un centenar de extranjeros.

Los involucrados en el asalto a la Planta de Gas, operada por British Petroleum y la petrolera estatal, serían de varias nacionalidades.
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