La policía confirmó que dos de los pasajeros del avión eran polizones que usaban los pasaportes robados de un italiano y un austríaco. A ese antecedente se suma la confirmación de las autoridades malasias que los radares alcanzaron a captar que el avión dio la vuelta sin avisar antes de desaparecer.

Este domingo al equipo multinacional de búsqueda, compuesto por efectivos de Malasia, Vietnam y Singapur, se suma también la ayuda de Estados Unidos que desvió un buque a la zona. Además del organismo de seguridad aérea de ese país, se integra la NTSB, cuya principal misión será buscar las cajas negras para investigar las causas del accidente.

Las autoridades optaron por ampliar la zona de búsqueda en el Golfo de Tailandia y ya se corroboró que las manchas de aceite halladas en el mar coinciden con las que dejarían los motores de un avión.

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