A través de un comunicado, el banco justificó la decisión. Esto a raíz de que “en el ámbito externo, las condiciones financieras se mantienen estables. Se observan indicadores de actividad más dinámicos en Estados Unidos, no así en la Eurozona, que continúa en recesión y mantiene una frágil situación fiscal y financiera”.

Asimismo, se informó que “las autoridades de Japón han indicado que desean dar más impulso a las políticas macroeconómicas, lo que se ha reflejado en la depreciación del yen. El dólar se ha apreciado en los mercados internacionales, mientras que los precios de materias primas, incluyendo el cobre, retrocedieron en las últimas semanas”.

El Consejo del Banco Central aprovechó de reafirmar “su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política”.
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