Este 11 de septiembre, el Banco Central redujo otra vez la tasa de interés de política monetaria.

El organismo expuso entre sus razones que las condiciones financieras externas continúan siendo favorables. No obstante, los precios de gran parte de las materias primas se han reducido, mientras que el del cobre ha permanecido relativamente estable.

Además, se reconoció que la actividad, la demanda y el empleo dan cuenta del bajo dinamismo de la economía chilena.

Aun así, la inflación de agosto se mantuvo en 4,5% anual, y las expectativas de inflación de mediano plazo se mantienen en torno a 3%, aunque aumentaron para fines de este año.

El Banco Central sostuvo también que evaluará la conveniencia de introducir un mayor estímulo monetario, de acuerdo con la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas, y sus implicancias para las perspectivas inflacionarias.

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