En junio, el ministerio de protección medioambiental chino lanzó un programa que usa a 11 drones (vehículos aéreos no controlados) para detectar emisiones ilegales durante la noche.

El proyecto comenzó fiscalizando a 254 industrias en dos de las ciudades con mayor emisión de smog y con minas de carbón.

De la investigación de los drones, se desprendió que 64 de las compañías violaron las leyes medioambientales, por lo que ahora serán analizadas en terreno.

China ya había intentado atacar su polución con drones que dispersaban el smog con químicos, los que fueron probados en marzo de este año.

 

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