Tras conocerse ayer las cifras del empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la lectura de las autoridades apuntó a la desaceleración económica. El subsecretario del trabajo, Francisco Díaz, apuntó la estacionalidad y la desaceleración, como la causa del alza del desempleo. Desde la vereda de la oposición, el investigador del programa económico de Libertad y Desarrollo, Francisco Klapp, también atribuyó ayer la cifra a que las señales de la desaceleración impacta en el mercado laboral.

El propio ministro de Hacienda, Alberto Arenas, señaló tras la reunión del comité de ministros económicos que "la información que arrojarán los Imacec de junio y julio registrarán cifras que van a acrecentar o a certificar que estamos con una economía desacelerada". 

Las señales de una economía desacelerada, sin embargo, también abundan en la percepción tanto empresarial como de las personas. Cifras como el Indice Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) o la percepción sobre el debilitamiento de la demanda de créditos, ambas cifras a la baja y cuyo descenso ha sido evidente durante 2014, también hablan de la evidencia de la desaceleración económica.

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