Mientas Estados Unidos acusaba a Pyongyang de provocación, el régimen comunista defendía su iniciativa afirmando que se trata de planes para mejorar su sistema de defensa y a la independencia de cada nación para determinar sus propios asuntos.

Los expertos en armas estiman que el cohete coreano de largo alcance, forma parte de un programa que busca construir un misil que pueda alcanzar Estados Unidos portando una cabeza nuclear.
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