Más de mil pasajeros viajan en el Azamara Quest, que ayer sufrió un incendio donde cinco tripulantes quedaron heridos, uno de ellos de gravedad.

El barco estaba a 139 kilómetros al suroeste del arrecife filipino de Tubbataha, cuando la guardia costera supo del incidente.

El operador de la nave informó que ninguno de los 600 turistas, que en su mayoría son ciudadanos estadounidenses y europeos, resultaron afectados por el incendio.
Publicidad