Una inmobiliaria era la fachada de la organización criminal, en la cual contactaban personas que no podían obtener créditos y los ayudaba a conseguirlos. Esto luego del pago de una comisión que oscilaba entre el 10% y 12% del dinero.

Al menos nueve ejecutivos que efectivamente trabajaban en los bancos Santander, Scotiabank, BBVA, Bci y BancoEstado eran cómplices por entregar ayuda clave a quienes necesitaban la ayuda económica.

La compañía Fuentealba, nombre de la empresa de fachada, se dedicaba a falsificar todos los documentos que pedía el banco. Incluso, se llegó hasta a crear documentos que simulaban una preaprobación de otra entidad bancaria.

La empresa falsa habría ganado 1.150 millones de pesoso en sus 18 meses de funcionamiento. Además, se informó que realizaron trámites bancarios por una suma cercana a 22.000 millones de pesos.
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