Los sacerdotes Felipe Berríos, José Aldunate y Mariano Puga están, por estos días, “bajo examen”, debido a que la Arquidiócesis de Santiago, que lidera monseñor Ricardo Ezzati, envió al Vaticano una serie de antecedentes, que denuncian dichos críticos a la línea de la iglesia católica chilena.

Según el diario La Tercera, en los últimos cinco meces, los mencionados sacerdotes han concedido entrevistas que han estado cruzadas por una profunda crítica a algunos aspectos de la Iglesia. Cuestionamientos que han ido desde su rol frente a la pobreza, a la reforma educacional del gobierno de Bachelet, la negativa a debatir sobre el aborto y la postura frente al matrimonio homosexual.

Debido a ello, a principios de septiembre Ezzati eligió una reunión de rutina con los representantes de la Vicaría Zona Norte para explicitar su “preocupación” frente a los puntos de vista sostenidos públicamente por estos tres sacerdotes, las cuales fueron recopiladas por el Arzobispado,y luego, por medio de la Nunciatura Apostólica, enviadas al Vaticano para pedir una definición de la Santa Sede.

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