Los marinos serán formalizados por atentar contra la seguridad colectiva del país, al transportar el material bélico sin declarar y de forma ilegal. Seguirán detenidos mientras se desarrolla en forma paralela la investigación del caso y se desembarcan los miles de sacos de azúcar, que se dijo no son aptos para consumo humano. En su primera reacción Corea del Norte, exigió la devolución de su barco y de sus tripulantes afirmando que el viaje estaba amparado por un contrato legítimo.

Publicidad