Rohani ha dicho que está abierto al diálogo, pero no es un disidente, de hecho fue uno de los defensores de la represión islámica que ocupó al país en 1979 y ha apoyado directamente al gobierno de Ahmadinejad. Razón por la cual, muchos analistas creen este perfil de negociador es sólo una pantalla y que las conversaciones con Israel seguirán en punto muerto.
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