Mientras el rinoceronte peligra su existencia en el planeta, todavía hay cazadores ilegales que van tras su cuerno. Y uno de ellos sufrió de una sentencia ejemplificadora.

Mandla Chauke fue arrestado en 2011 en el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica, luego de disparar a una familia de tres rinocerontes. De ellos, la madre y el hijo sobrevivieron aunque heridos, pero el padre murió al poco rato.

De inmediato, Chauke -junto a sus dos acompañantes- terminó en un enfrentamiento a tiros con los vigilantes del parque, allí uno de los rinocerontes que había sobrevivido fue alcanzado por las balas y murió, mientras otro huyó.

Chauke fue considerado culpable de varios cargos, incluyendo invasión de terreno, porte ilegal de armas y 10 años de presidio por cada rinoceronte cazado de manera ilegal.

Luego de conocerse su sentencia, la corte señaló que esto servirá de advertencia a futuros infractores.

El kilo de rinoceronte se puede vender en unos $40 millones en el mercado negro, un valor incluso más alto que el oro.

En 2012, la justicia de Sudáfrica realizó otra condena a un hombre tailandés por vender cuernos de este animal, su pena fue de 40 años de presidio.

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