No han hablado aún con su hijo y sólo saben que tiene problemas para comunicarse en inglés. Los padres del sargento Bowe Bergdahl trataron por cinco años traer de vuelta a su hijo, llegaron a perder la fe en el presidente Obama, a quien criticaron por despreocuparse del asunto. Intentaron incluso contactarse con los talibanes por su cuenta.

El joven militar partió en 2009 a Afganistán, tras unos meses envió un mail a su familia donde denunciaba malos tratos del ejército contra el pueblo afgano que lo tenían sumamente desilusionado. Fue capturado y en todo este tiempo sólo hubo negociaciones frustradas.

Qatar acordó hacerse cargo por un año de cinco ex-funcionarios de alto rango talibanes a cambio de la entrega del joven sargento a Estados Unidos.

Uno de ellos es Mohammad Fazl, ex ministro del interior asociado a Osama Bin Laden, los otros también son ex-miembros de gobierno ligados a la red terrorista Al Qaeda y acusados de participar en diversos atentados contra la población civil y objetivos norteamericanos.

El gobierno afgano reprueba la mediación de Qatar y en Estados Unidos también hay críticas, como las del senador John McCain que dice temer por la seguridad del país tras la liberación de cinco terroristas.

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