Éstos, que por cierto son comestibles, medían entre cinco y ocho centímetros de largo y algunos aún estaban vivos, por lo que los lugareños los colocaron en baldes de agua para comérselos más tarde, según informó BBC Mundo.

La "lluvia de peces" se registró durante una tormenta y se cree que fuertes vientos los arrastraron desde el río hacia la atmósfera. Según los habitantes del lugar, cayeron en pastos, calles y tejados de las viviendas.

Este fenómeno puede corresponder a complejos procesos meteorológicos que generarían una columna de aire rotatoria parecida a una aspiradora, llevándose todo a paso. Esta clase de tornados podría haber llevado a los pequeños peces desde un río hasta la base de la nube tormentosa, provocando la inusual lluvia.

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