Hasta ahora son seis los pueblos desalojados y hay también varias carreteras cortadas. El fuego avanza sin control y su extinción se hace difícil, sobre todo por el fuerte viento reinante en la zona, lo que aviva aún más las llamas.

Hay 27 aviones y 500 bomberos apoyando en las labores de control, hasta ahora, sin resultados favorables.
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