Los combates entre rebeldes y el ejército regular prosiguen en el norte y sur del país, y los atentados suicidas aumentan, dejando decenas de muertos todos los días y agravando la crisis humanitaria en el país, devastado por más de dos años y medio de violencia.

Mientras ninguno de los beligerantes logra obtener una victoria decisiva que le permita ganar la guerra, la comunidad internacional, liderada por Rusia y Estados Unidos, se esfuerza por llevar a la mesa de negociaciones al régimen y a la oposición para tratar de encontrar una solución política.

Al ser interrogado en Moscú sobre las posibles fechas de esta conferencia de paz internacional llamada "Ginebra-2", el viceprimer ministro sirio Qadri Jamil respondió: "el 23 y 24 de noviembre".

La iniciativa de esta conferencia para elaborar una transición política en Siria fue lanzada en mayo por Rusia y Estados Unidos, pero su organización fue postergada en varias oportunidades debido a desacuerdos sobre los objetivos y los participantes.

El régimen excluye la partida de Bashar al Asad en el marco de una transición, mientras que la oposición en el exilio, apoyada por los occidentales, se opone a que se mantenga al presidente sirio.

Después de la negativa del Consejo Nacional Sirio (CNS, principal grupo opositor), de participar en esa conferencia, Rusia pidió a Estados Unidos que convenciera a la oposición de participar, aclarando que a su vez estaba utilizando su influencia sobre el régimen de Damasco.

(Fuente: AFP)
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