Horas después de que la policía informara que Michael Brown (18) -el joven negro que el 9 de agosto fue abatido por un policía- era sospechoso de robo, se desató la cólera entre los ciudadanos de los suburbios de St. Louis, Missouri.

E incluso después, cuando parecía haber vuelto una aparente calma al lugar tras varios días de enfrentamientos, durante la noche de este viernes y la madrugada de este sábado, grupos de saqueadores atacaron varias tiendas de Ferguson, Estados Unidos.

En varios lugares, la policía lanzó granadas de gas lacrimógeno y bombas de humo, pero se mantuvo la mayor parte del tiempo al margen, en vehículos blindados y vestimenta antimotín.

En Oakland, California, con importante población negra al igual que Ferguson, también hubo protestas por la acusación de robo contra Brown con graffitis, rotura de vidrios y enfrentamientos menores con la policía.

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