Cabe recordar que la quiebra debe ser autorizada por un juez federal, el cual determinará en un periodo de entre 30 y 90 días si es que la ciudad norteamericana está habilitada para el procedimiento.
Aquilina aprovechó la ocasión para recomendarle al gobernador de Michigan que leyera la Constitución estatal y reconsiderara sus acciones.
Hay que destacar que declararse en bancarrota permite reestructurar las deudas y es una disposición legal que sólo pueden efectuar los municipios.
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