La noche del jueves el Ejército argelino atacó por segunda vez la refinería y logró controlar al menos una parte de ella, pero unos 30 rehenes murieron en la operación. Siete de ellos son extranjeros.

Los secuestrados que lograron ser liberados contaron que las tropas argelinas mataron a gran parte de los extremistas islámicos, pero otra parte queda con un grupo de rehenes.

El Gobierno de Argelia ahora se enfrenta a las críticas de todos los países afectados, entre ellos Gran Bretaña, Japón y Francia, quienes lamentaron que la operación no haya sido consultada.
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