Según el diario O Estado, historiadores y científicos se oponen a la demolición y se pronuncian por preservar el lugar como de interés histórico nacional, a raíz de que según ellos falta aclarar lo que ocurrió durante casi una década allí. La hacienda fue comprada a inicios del siglo XX por Luis Rocha de Miranda, militante del movimiento nazi.
Miembro de la ultraderechista Alianza Integrista Brasileña (AIG), instaló allí un sistema de esclavitud infantil con niños de orfanatos de Río de Janeiro. En 1937, el gobierno de Getulio Vargas suspendió la actividad y los niños fueron liberados. En los años de 1960 la propiedad fue comprada por un alemán llamado Amdt Von Bohlen.(UPI)
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