Las cartas oscilan de 1953 a 1960, un año antes del suicidio del laureado escritor. Escritas a máquina o con su enrulada caligrafía, algunos de sus despachos llegaron en sobres personalizados de papel cebolla desde su residencia en la Finca Vigia en Cuba. El autor también escribió desde Europa, cuando estaba de safari en África y desde su casa en Idaho.
Según el sitio www.cubadebate.cu la fundación de la biblioteca Kennedy le compró las cartas a Ivancich en noviembre y la curadora de la Colección Hemingway, Susan Wrynn, se reunió con el ahora anciano destinatario en Italia. "Todavía escribe cada mañana", dijo Ivancich. "Hemingway lo alentó para que lo hiciera".(UPI)
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