La sequía que afecta actualmente al noreste de China, la peor en más de 60 años, ha provocado el uso de lluvia artificial en la zona para paliar el problema. Esto a través de aeronaves que vierten sustancias condensadoras en las nubes para provocar las precipitaciones.

La provincia de Liaoning, considerada como una de las más perjudicadas por este panorama, fue beneficiada con este sistema el fin de semana recién pasado, lo cual se repitió el lunes con el objetivo de aliviar la compleja situación.

Gracias al método utilizado en los últimos días, que también es empleado en el caso de incendios, se logró que cayera una importante cantidad de agua en varias zonas perjudicadas.

Hay que recordar que cerca de 4,39 millones de hectáreas de campo de cultivo se han visto afectadas por la sequía. En términos de población, 2,35 millones son los vulnerados ante este panorama.

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