A los ex empleados de la entidad se suman los contratistas Eugenio Aubele y Marcelo Urzúa, los cuales cometieron tres tipos de fraudes.
La manera más compleja para concretar el delito fue la que consistía en generar cheques por montos simulares o iguales a montos de cheques que efectivamente fueron cancelados por proyectos del Fondo Regional de Inversión Local.
Cabe destacar que la Fiscalía pide penas que suman 67 años de cárcel para los imputados por la millonaria malversación, la cual se realizó entre los años 2008 y 2009.
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