El neozelandés Winston Red, en el minuto 2, y el senegalés Diafra Skho, en el 7, echaron por tierra los planes iniciales del Liverpool, que fue a contracorriente el resto del duelo. 

El inglés Raheem Sterling, el mejor de los "reds" esta tarde, recortó distancias a la media hora y creó peligro durante la segunda parte, pero los locales remataron el partido con un contragolpe que culminó el francés Morgan Amalfitano en el 8.

Luego, un centro largo buscó la cabeza del inglés James Tomkins quien, en lugar de rematar a portería, peinó el balón para que fuera su compañero neozelandés Winston Reid quien enviara el cuero a la red, para sorpresa de la paralizada defensa "red".

Con el marcador en contra, el Liverpool seguía sin lograr engranar su juego y los locales vieron la opción de rematar a un rival que parecía anestesiado cinco minutos después.

La amplia desventaja -cuando tan solo habían pasado 7 minutos de partido- peso sobre el equipo visitante, que se encontró a partir de entonces ante un West Ham con el trabajo hecho, dispuesto a defenser su ventaja más que ampliarla.

 

.

Publicidad