Uno tiene 14 años. Otros 22 también son menores de edad. Son futbolistas que sueñan con un futuro en el deporte más popular del planeta, pero que se encuentran con una realidad que los hace vivir una pesadilla.

Una investigación de la BBC reveló que adolescentes fueron trasladados de Liberia a Laos de manera ilegal para formar parte de la inexistente academia de fútbol del Champasak United, club formado recientemente para participar en la máxima división de la liga del país.

El club, basado en la ciudad de Pakse en el sur de Laos, niega haber cometido algún delito o violado el reglamento de la FIFA que prohíbe claramente el traspaso de jugadores menores de 18 años a clubes en el extranjero.

Fuentes a las que consultó la BBC creen que la intención de los directivos del Champasak United es obtener ganancias vendiendo a los jugadores en el futuro.

En el suelo

A los jóvenes los llevan con contratos donde les pagan US$200

Kessekky Kamara, de 14 años y quien anotó un gol para el club, dijo que había sido forzado a firmar un contrato de seis años antes de poder jugar con el primer equipo del club.

El acuerdo estipulaba un salario y hospedaje, pero Kamara aseguró que nunca recibió ningún pago y que tuvo que dormir en el suelo del estadio del club junto con sus otros compañeros de equipo.

"Fue algo muy malo porque no puedes tener a 30 personas durmiendo en un sólo cuarto", dijo a la BBC Kamara, ya de regreso en un equipo de la primera división de Liberia.

Los jugadores que aceptaron unirse a la "IDSEA Champasak Asia African Football Academy" lo hicieron tras haber sido invitados por el exinternacional liberiano Alex Karmo, quien llegó a ser capitán del club de Laos.

Piers Edwards, el periodista de la BBC que estuvo a cargo de la investigación, explicó que los jóvenes confiaron en la posibilidad que se les presentaba teniendo en cuenta que "Liberia no cuenta con una academia de fútbol pese a ser el único país africano en ver nacer al único futbolista de la región considerado como el mejor del mundo, George Weah, en 1995".

Invisible

"Es una academia ficticia, que nunca fue establecida legalmente", comentó el periodista de Liberia y promotor deportivo Wleh Bedell, quien dirigió al grupo de jugadores hasta Laos en el mes de febrero.

La foto muestra a los jugadores en su paso por un campo de refugiados en Ghana.

"No tiene ni entrenador ni doctores. Karmo fue el entrenador, el director de negocios, todo. Fue completamente absurdo".

Tras la presión de la FIFA y del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Fifpro), Champasak liberó a 17 jugadores hace tres meses.

Pero tres adolescentes decidieron quedarse.

Según Fifpro todos ellos han firmado contratos que fueron presentados por Karmo, quien se describe como el "entrenador de los jugadores africanos en Champasak", y el presidente del club, Phonesavanh Khieulavong.

El acuerdo no parece comprometerse a pagar los jugadores ningún dinero y fija condiciones irreales en caso de que ellos quieran abandonar el club.

El futbolista liberiano Alex Karmo se hace llamar como un "manager para jugadores africanos" en la zona de Laos.

"No les hemos dado contratos profesionales, sólo contratos que les permite ganar bonos", contó a la BBC Khieulavong.

Karmo agregó que los jugadores son alimentados tres veces al día y pagados cada mes.

Encerrados

"Es difícil vivir en un lugar sin ventanas. Eso hacía muy difícil dormir, porque te quedas pensando sobre tu vida", recordó Kamara.

"A los jugadores, este lugar salvaje les recuerda la crisis en Liberia cuando las personas son desplazadas y obligadas a abandonar sus hogares, teniendo que ser refugiados en edificios o auditorios", contó Bedell, quien vivió las guerras civiles de 1989-96 y 1999-2003.

Otro punto es la restricciones de movimiento que tienen los menores de edad, a quienes se les venció la visa en marzo y están a la espera para acceder a permisos de trabajo, las cuales es posible que nunca se emitan al no ser mayores de 18 años.

Muchos de los jóvenes que fueron llevados hasta Laos no tienen más de 14 años.

Karmo insistió que él sí le pagó a Kamara y admitió que si bien nueve de los 14 jugadores africanos no tienen permiso de trabajo ellos tienen sus documentos en regla.

"Nadie está ilegal. Todos son legales", enfatizó a la BBC.

De cal y arena

Pese a la situación que atraviesan, todavía hay jugadores que no quieren regresar a Liberia y desean seguir buscando el sueño de ser jugador profesional.

Pero ese deseo puede empujar a futbolistas a aceptar condiciones inhumanas.

"Es una situación muy seria", reconoció a la BBC Stephane Burchkalter, un funcionario de Fifpro.

"Es impactante que un club de Laos, que con todo el debido respecto es un país pequeño futbolísticamente, pueda atraer a jugadores menores de edad de Liberia sin que la FIFA se de cuenta", añadió.

Uno de los jugadores que estuvieron en la academia afirmó que su tiempo en el club fue como un "trabajo de esclavo".

En un comunicado el sindicato considera que este probablemente sea el caso más grande que exista, pero la ONG, Culture Foot Solidaire, estima que unos 15.000 futbolistas adolescentes son movilizados desde África Occidental cada año, mucho de ellos ilegalmente.

Fifpro instó a la FIFA a tomar acciones legales contra la federación de Laos debido a su incapacidad para regular a Champasak.

El organismo que regula el fútbol en el mundo estipula tres excepciones para autorizar el traspaso de jugadores menores de edad entre países, pero ninguna de ellas se podría aplicar en el caso de los adolescentes africanos que llegaron a Laos.

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