Sigue siendo imparable el atleta jamaicano Usain Bolt, que este jueves ganó la final de los 200 metros planos en el Mundial de Atletismo de Pekín.

Bolt volvió a batir al estadounidense Justin Gatlin, mostrando que no hay nadie que pueda con él.

Nadie, salvo un camarógrafo que protagonizó la anécdota de la jornada, al arrollar a Bolt nada más terminar la final, cuando el atleta celebraba su triunfo.

El reportero, que seguía a Bolt mientras celebraba la medalla de oro en un segway (una especie de patineta con ruedas), perdió el control y arrolló al atleta por detrás.

Los dos acabaron en el suelo.

Bolt reaccionó con rapidez y, tras tocarse la pierna, se rió y fue a saludar al camarógrafo.

Al "victimario" le llevó un poco más recuperarse. Además de caer al suelo, la cámara le dio en la cabeza.

Luego Bolt bromeó con la BBC: "Me trataba de matar", dijo riendo. "¿Qué es lo que pasa?, fue como si pensara 'está ganando mucho, sáquenlo de aquí'".

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