El sueco Anthony Yigit iba por el título mundial superligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en Estados Unidos. Al frente tenía al bielorruso Ivan Baranchyk, pero la pelea no terminó como él esperaba.

El combate acabó en el séptimo round luego de que el médico que controla la salud de los deportistas en el ring así lo determinara. ¿La razón? El sueco tenía su ojo completamente cerrado debido a una impactante inflamación, como resultado del castigo que le estaba propinando su rival.

Ya en el sexto asalto el especialista había revisado el ojo izquierdo de Yigit, cuando aún podía ver. Pero los siguientes tres minutos acabaron con el peleador de 27 años.

"El ojo está bien (se ve peor de lo que es). Recibí un par de puntos por encima de la ceja por un corte, me drenaron la sangre de la oreja y también tuve una pequeña fractura en la mandíbula durante la quinta ronda", escribió en su cuenta de Instagram junto a una imagen de su rostro.

"Un duro sábado por la noche, en otras palabras. Espero que hayan disfrutado de mi pelea aunque no haya funcionado. ¡Volveré más fuerte!”, añadió.

Posteriormente, a través de un video compartido en la misma red social, agradeció por la preocupación y mostró su mejoría.

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