Los habitantes de Sabalarga en Colombia decidieron cumplir con todas las reglas del fútbol profesional e incorporaron a una cancha local el Video Assistant Referee o VAR a un partido de barrio entre Campo Bolívar y Amigos del Parque. 

Al cobrarse un penal, los asistentes y los jugadores no dudaron en reclamar al árbitro quien no titubeó en recurrir a la herramientas disponibles para zanjar el asunto y corrió hasta el monitor. 

Sin embargo, el "VAR criollo" no funcionaba con las reglas y la tecnología como lo es profesionalmente debido a que no existen distintas cámaras grabando el partido ni un equipo atento al registro.

Todos se trató en que los organizadores del encuentro instalaron una torre con una pantalla apagada con el fin que el árbitro simulara una revisión y divirtiera a los asistentes luego de una jugada dudosa con esta parodia. 

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