-¿Cómo queda la derecha el día después del triunfo de Kast?

-Hay un nuevo escenario, hay más partidos, aparece el Partido Republicano, con una buena participación en el Congreso, se habla de 14 diputados. Los partidos tradicionales si bien asumen una baja importante, tienen un muy buen resultado a nivel de senadores, por lo mismo eso va ir compensando la relación de fuerzas. Se va a abrir la puerta para la colaboración y el orden y yo creo que las señales se están dando rápido.

-¿Te sorprendió la declaración de Sebastián Sichel de estar abierto a conversar con Kast?

-Esa frase corresponde a esta nueva realidad. Él fue bastante elocuente con sus palabras, dijo que había llamado personalmente a Kast para felicitarlo, y dijo que en el fondo no iba a votar nunca por Gabriel Boric, o sea, planteó una posición política. Ahora, claro, para que Sichel fuera más activo requería lo que le están pidiendo todos los partidos a Kast, no sólo revisar sino rehacer el programa de gobierno. Y establecer las bases de los que podría ser una coalición de gobierno en materia política.

-¿Y crees que Kast va a estar de acuerdo con cambiar su programa así de fácil?

-Yo creo que sí. El propio Kast lo dijo en el último debate, que su programa estaba disponible a ser revisado, cambiado, abierto a las nuevas ideas. Creo que no va a ser una dificultad. En el propio comando de Kast reconocían que una de las debilidades era el programa y la falta de elenco. En un acuerdo con Chile Vamos obviamente podrían robustecer ambas debilidades.

-¿Cuáles son los principales hechos políticos de esta elección?

-Primero, ganan las fuerzas nuevas, Kast y Boric, que se imponen a los candidatos de las coaliciones más tradicionales. El candidato de Chile Vamos sale cuarto, pero creo que va a terminar saliendo tercero. Y la candidata de la ex Concertación sale quinta. Eso marca una señal de que lo nuevo y lo viejo siguen estando muy presente. El Congreso se va a renovar con más fuerza que nunca. Se va a renovar en un 70% la Cámara de Diputados, a estas alturas, y eso es un escenario nuevo. Hay nuevos factores, aparece el Partido de la Gente. Chile Vamos  todavía es bastante grande, tanto en el Senado como en la Cámara. Tiene un tamaño suficiente como para negociar con su candidato presidencial.

-¿Kast tiene que mantener el rumbo que siguió en la campaña?

-En esencia, sí. Pero con conciencia de que ahora tiene que avanzar hacia una mayoría. Para eso, tiene que moderar sus posiciones, moderar su programa, sin perder la esencia de la energía que significó que pudiera ganar la primera vuelta de manera insospechada. Pero ahora, así como él usa la palabra “Atrévete”, tiene que empezar a usar la palabra “Gobernabilidad”.

-¿Qué papel jugará ahora RN?

-No será complicado para ese partido sumarse a la campaña. Yo escuché a su secretario general, Diego Schalper, decir que el partido ya está plenamente plegado a la campaña de José Antonio Kast. Están esperando para colaborar en el programa. La UDI también lo va a hacer y gran parte de Evópoli va a seguir el mismo camino. El hecho que termine ganando Luciano Cruz Coke, eso va a llevar a Evópoli a apoyar también a Kast. Él ya lo anunció.

-¿A qué atribuyes la derrota de Boric?

-Lo que quedó claro en esta elección es que la gente no quiere al Partido Comunista, no quiere comunismo para Chile, y esa es una pesada mochila que hundió a Gabriel Boric y lo puede terminar de hundir, si el PC no lo deja moderarse. Lo rigidizó y lo hizo estar dando permanentemente explicaciones. Ese constante responder que él va a tomar decisiones y no el PC, es algo que no logró resolver.

-¿La participación fue mayor de la esperada?

-No. Creo que vamos a andar bajo los 7 millones de votos, por lo tanto fue buena, pero no histórica. Menor a la del plebiscito, mayor a la elección de mayo, y más en línea con lo que han sido históricamente las votaciones presidenciales, es decir en torno al 44 o 46%.

Publicidad