Dmitry Morozov diseñó este instrumento rectangular que capta las marcas del cuerpo con sensores de un control de la consola Wii, que distingue colores y se adaptan al movimiento del brazo, para lograr la lectura de los tatuajes.

La máquina fue creada especialmente para el antebrazo, sin embargo, se puede utilizar en otras partes del cuerpo, debido a un control manual  que permite programar la longitud, velocidad y dirección que utilizará el equipo, y que le permite funcionar de forma autónoma.  

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