"Se trata de una enfermedad que detectada a tiempo puede ser tratada de manera eficaz, pero desafortunadamente no tenemos métodos de detección precoces que no sean las pruebas de orina cuando la enfermedad empieza a ser un problema", dijo Chris Probert, profesor de la Universidad de Liverpool.
Y precisamente basado en lo anterior, es que se hace necesario perfeccionar cada vez más esta técnica. En esa línea, la próxima etapa de estos estudios es llevar el test a los hospitales y verificar, en terreno, su efectividad.
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