Si bien, Lady Gaga nunca ha sido una artista “normal”, este jueves mostró una de sus performances más audaces en el festival South by Southwest (SXSW).

La cantante llegó a la actuación con un vestido hecho de filtros de café, y luego fue amarrada a un palo, como un cerdo que va a ser rostizado, se quitó la ropa para quedar en un bikini negro e inició su show junto a una mujer que comía salchichas en el escenario.

Luego de esto, cuando presentó su canción “Swine”, llamó a su amiga Millie Brown, conocida como la “pintora de vómito”, quien bebió de una botella con un líquido verde y luego lo devolvió encima del cuerpo de la estrella pop.

Mientras algunos lo consideraron de mal gusto, otros aplaudieron la valentía de la artista, que cada día se inmiscuye más en el arte de las performances.

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