Stephen Power sufrió fractura de cráneo, pómulos y mandíbula luego de un grave accidente en 2012.
 

Según consigna BBC Mundo, con escáneres los médicos elaboraron un modelo en tercera dimensión de su cráneo, para luego imprimir implantes de hueso en estas impresoras de última tecnología.
 
Las piezas fueron insertadas durante una cirugía en el Hospital Morriston que duró alrededor de 8 horas, y en la cual se tuvo que cortar huesos de los pómulos para realizar el correcto posicionamiento de las placas de titanio impresas.
 
La exitosa operación derivó en que la técnica y su caso formen parte del Museo de las Ciencias de Londres donde se exponen las piezas similares que se utilizaron para reconstruir su rostro.
 
Power, por su parte, ha señalado que su vida ha cambiado ya que su cara mostró cambios en muy breve tiempo. "Estoy feliz que hayan desarrollado esta tecnología. Esto cambia vidas y ha cambiado la mía", aseguró el joven.
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