Un gran estadista y un hombre de visión.

Con estas palabras elogió el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, al gobernante de facto paraguayo Alfredo Stroessner, que lideró el país sudamericano con mano de hierro durante casi 35 años.

El homenaje de Bolsonaro a Stroessner se produjo este martes durante un acto en la frontera entre Brasil y Paraguay en el que el mandatario brasileño anunció los nuevos directivos de la represa hidroeléctrica de Itaipú,

"Va mi homenaje para el general Alfredo Stroessner", dijo Bolsonaro en el lado brasileño de la represa, situada sobre el caudaloso y limítrofe río Paraná.

Cuáles fueron sus palabras

Tras alabar las acciones de los distintos líderes militares de Brasil de finales de los 60 y principios de los 70 a favor de la represa, Bolsonaro se centró en Stroessner.

"Había un estadista que sabía perfectamente que su país, Paraguay, solo podría seguir progresando si tuviese energía. Entonces, aquí también, mi homenaje al general Alfredo Stroessner", subrayó Bolsonaro ante el aplauso de los funcionarios presentes en el acto.

Colaboración binacional

En el acto estuvo también presente el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, hijo de quien fuera secretario privado de Stroessner.

Bolsonaro resaltó el trabajo de su homólogo paraguayo.

"La verdad nos hará libres. Sé que sos cristiano y conservador, un hombre de familia", dijo el presidente brasileño antes de exclamar: "¡Izquierda nunca más!".

"De esperar"

Las reacciones a sus comentarios no tardaron en llegar.

El titular de la Dirección de Memoria Histórica y Reparación de Paraguay, Rogelio Goiburú, consideró que, ya desde antes de las elecciones presidenciales en Brasil, "todo el mundo sabía que Bolsonaro es un fascista como Stroessner".

Así, Goiburú señaló que las declaraciones del mandatario brasileño sobre Stroessner no le sorprenden.

"Todo lo peor que pueda tener el ser humano está concentrado en una persona", apuntó Goiburú en alusión a Bolsonaro.

Quién fue Alfredo Stroessner

Alfredo Stroessner, hijo de un inmigrante alemán, fue nombrado comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Paraguay en 1951, con solo 39 años.

Se había unido al ejército a los 16 años y en 1947 desempeñó un papel importante en la victoria del Partido Colorado, al que estaba afiliado, durante la guerra civil.

Llegó al poder derrocando al presidente electo Federico Chaves, un militar que mantenía lazos cercanos con el gobierno populista de Juan Domingo Perón en Argentina.

Tras el nombramiento de un presidente provisional, Stroessner fue designado el candidato del Partido Colorado en las elecciones de 1954. No hubo otros contendientes.

Pocos imaginaron que ese militar ostentaría el poder por casi tres décadas y media, a fuerza de una brutal represión policial, escuadrones de la muerte y la imposición de la ley marcial.

20.000 personas fueron torturadas y 423 -sobre todo comunistas y sindicalistas- fueron "desaparecidas", según informó la Comisión Verdad y Justicia de Paraguay en 2008.

Stroessner retuvo el control político mediante la disolución del Parlamento, la prohibición de los partidos opositores y la purga del Partido Colorado.

Cada cuatro años realizaba elecciones fraudulentas en las que siempre arrasaba. También modificó la Constitución para que le permitiera la reelección permanente.

Tras ser derrocado en 1989, Stroessner se exilió en Brasil, donde vivió hasta su muerte en 2006, a los 93 años de edad.

Pero cuando falleció, el Partido Colorado seguía en el poder en Paraguay. Lo perdió en 2008, tras 61 años de gobierno, y lo recuperó en 2013 de la mano del empresario Horacio Cartes.

Hoy gobierna su sucesor, el también empresario colorado Mario Abdo, cuyo padre fue secretario privado de Stroessner (lo que ha llevado a sus críticos a hablar de un "resurgimiento del stronismo").


 

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