Un avión de pasajeros con problemas mecánicos dejó caer este martes combustible sobre el patio de una escuela al maniobrar para realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto internacional de Los Ángeles.

Al menos 17 niños y varios adultos tuvieron que ser tratados por irritación en la piel y problemas para respirar.

En caso de un aterrizaje de emergencia, el avión puede deshacerse del combustible pero solo sobre áreas designadas y gran altitud.

El vuelo, de Delta Airlines, regresó al aeropuerto por un problema en un motor.

Todos los afectados en la escuela en Cudahy, a unos 26 km al este del aeropuerto, son menores de edad.

Según el diario Los Angeles Times, dos clases se encontraban fuera en el momento en que el combustible fue liberado.

Elizabeth Alcantar, alcaldesa de Cudahy, le dijo al diario: "Estoy muy molesta. Esto es una escuela, se trata de niños pequeños".

Delta confirmó que el avión dejó caer combustible para reducir peso al momento del aterrizaje.

Allen Kenitzer, portavoz de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) le dijo a Reuters que están investigando las circunstancias del incidente.

"Hay procedimientos especiales para que un avión que opera en un gran aeropuerto de Estados Unidos deje caer combustible", agregó.

"Estos procedimientos exigen que sea descargado sobre áreas despobladas y designadas al efecto, típicamente a grandes alturas para que el combustible se atomice y se disperse antes de que llegue al suelo".

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