Más de 12.000 residentes han sido evacuados en tres condados del norte de California donde un voraz incendio forestal ya ha consumido más de 24.000 hectáreas y destruido unas 50 edificaciones, entre ellas 24 viviendas.

El fuego, que solo había sido contenido 12% para la mañana de este lunes, está amenazando más de 6.000 edificaciones en los condados de Lake, Yolo y Colusa y sigue avanzando a pesar de los esfuerzos de los cuerpos de bomberos.

El incendio se ha extendido dramáticamente en un área "con poca o sin historia de incendios", de acuerdo al Departamento de Protección Forestal y contra Incendios de California.

Este fin de semana el gobernador Jerry Brown tuvo que decretar el estado de emergencia.

Pese a los esfuerzos de las autoridades, el incendio solo había sido controlado un 12% para la mañana de este lunes.

Unas 24.000 hectáreas de terreno han ardido.

En Clearlake el incendio se está acercando peligrosamente.

Los condados más afectados son los de Lake, Yolo y Colusa.

Los bomberos toman un breve descanso tras estar combatiendo las llamas durante todo el fin de semana.

Este incendio, localizado en una remota área al noroeste de la ciudad de Sacramento, ha forzado el cierre de varias carreteras estatales y ha destruido al menos 24 casas.

Según destaca desde Los Ángeles el periodista de BBC Mundo Jaime González, la extrema sequía por la que atraviesa California desde hace 4 años ha hecho que los últimos veranos hayan ardido decenas de miles de hectáreas en el estado, afectando importantes parques naturales como el de Yosemite.

El pasado jueves David Ruhl, un bombero de 30 años, murió al quedar atrapado por las llamas de un incendio en la frontera entre California y Oregón.

El ir y venir de los aviones para rociar químicos para detener el fuego no ha parado en los tres condados afectados.

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