En medio de una jornada de trabajo del IV congreso del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el presidente venezolano, Nicolás Maduro, reconoció su responsabilidad en la grave crisis económica que padece el país, y calculó que se requieren dos años para lograr una recuperación con alto nivel de estabilidad.

"Los modelos productivos que hasta ahora hemos ensayado han fracasado, y la responsabilidad es nuestra, es mía (...), tenemos que echar adelante esa potencia económica que tenemos", dijo Maduro al tiempo que pidió a sus ministros cambiar excusas por resultados. 

"¿Que el imperialismo nos agrede? Basta de lloriqueos vale (...), ustedes no me ven lloriqueando a mí, ni los nombro ya, no me ven lloriqueando frente al imperialismo. Que nos agreda, nos toca a nosotros producir con agresión o sin agresión", añadió Maduro.

Para atajar la crisis, Maduro anunció la semana pasada una serie de medidas que incluyen suprimir 5 ceros al bolívar, revisar la ley de cambios, censar el parque automotor para promover el "uso racional" de la gasolina y levantar los impuestos a la importación de bienes de capital.

Las palabras del presidente venezolano llaman la atención, ya que con frecuencia el Gobierno ha achacado el mal desempeño de su economía a una guerra dirigida por Estados Unidos junto a factores de oposición interna y de la región.

Pese a su enorme riqueza en recursos, Venezuela atraviesa una severa crisis económica que se traduce en escasez de alimentos básicos y medicinas, una deficiente prestación de los servicios públicos y una altísima inflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima cerrará en 1.000.000 % este 2018.

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