El aumento en el consumo de bebidas alcohólicas es uno de los efectos secundarios tras la cuarentena impuesta en diferentes países por la crisis del coronavirus. Sin embargo, la OMS alertó un gran peligro detrás de esta tendencia.

Según un informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el beber alcohol "compromete el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de resultados adversos" durante el tratamiento contra la enfermedad.

"El consumo excesivo de alcohol puede comprometer el sistema inmunitario y debilitar su capacidad de defensa contra los virus, por lo que si las personas se infectan con el coronavirus, el consumo de alcohol puede empeorar el riesgo para su salud", agrega el documento.

Sin embargo, además de este problema, el consumo de alcohol también puede producir comportamientos de riesgo para la persona, junto con problemas de violencia y salud mental.

Junto con lo anterior, la OMS derribó también un "peligroso mito" asociado a este comportamiento, ya que hay quienes pueden creer que el virus puede morir ante la exposición de un alto grado de alcohol.

Al respecto, la entidad sentenció que "el consumo de alcohol etílico (etanol) de alta concentración, especialmente si ha sido adulterado con metanol, puede tener graves consecuencias para la salud, incluida la muerte".

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