Hace ahora un año que el mundo conoció la historia de Brittany Maynard, una joven de 29 años de California (oeste de EE.UU.) que había decidido acabar con su vida después de que le diagnosticaran un tumor cerebral incurable.

Para poder cumplir sus deseos y evitar la agonía que le habían anticipado sus doctores, Maynard tuvo que viajar al estado de Oregón, donde la ley permite el suicidio asistido.

La joven se convirtió en el rostro más visible del movimiento en favor de la muerte digna en Estados Unidos, abogando junto a la organización Compassion & Choice para que se permitiera la eutanasia activa tanto en su California natal como en el resto del país.

Este lunes, la lucha de Manyard, que tras su fallecimiento en noviembre de 2014 continuaron su esposo y su madre, dio sus frutos: el gobernador de California, Jerry Brown, firmó una ley que convierte a este territorio en el quinto estado de EE.UU. en legalizar el suicidio asistido.

"Decisión difícil"

Brown -quien es católico y de joven había estudiado en un seminario- aseguró que firmar la ley que había sido aprobada por el Legislativo californiano a mediados de septiembre fue "una decisión muy difícil".

El gobernador demócrata consultó tanto a la familia de Maynard, como a médicos, activistas de los derechos de los discapacitados e incluso el arzobispo sudafricano Desmond Tutu.

La entrada en vigor de la ley el próximo enero es una victoria para los grupos que llevan más de dos décadas luchando para que en California se permita el suicidio asistido.

Los que se oponen a la nueva legislación argumentan que temen pueda hacer vulnerables a algunas personas, como los discapacitados, asegurando que se les podría forzar a quitarse la vida.

"Agradecido"

Antes de su muerte a principios de noviembre de 2014, Brittany Maynard había explicado el sacrificio que supuso para ella y su familia el tener que trasladarse a Oregón, lejos de sus doctores y de sus seres queridos.

La joven le pidió a su esposo y a su madre que siguieran con su lucha por una muerte digna para los pacientes terminales.

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"Estoy muy agradecido con el gobernador. Al final llegó a la misma conclusión que Brittany, que es que tan sólo ella podía tomar esa decisión", dijo Dan Díaz, el esposo de Maynard, en una entrevista con la revista People.

La madre de la joven, Debbie Ziegler, aseguró que se vio "embargada por la emoción" cuando supo que Brown había firmado la ley.

California se ha convertido en el quinto estado de EE.UU. -junto con Oregón, Washington, Montana y Vermont- en permitir el suicidio asistido.

La ley especifica que los pacientes deben obtener el visto bueno de dos doctores para que se les receten medicamentos que les causen la muerte.

Ellos mismos deben de ser capaces de tomarlos.

La solicitud de eutanasia debe hacerla el paciente por escrito y debe haber dos testigos, uno de los cuales no puede ser familiar suyo.

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