AFP

Chiloé completó este domingo siete días de bloqueos por parte de pescadores afectados por una inusitada marea roja que paralizó sus trabajos, en una protesta que se amplió a pobladores ante la dimensión medioambiental y social del problema del que exigen al Gobierno determinar las causas. 

Lo que comenzó con la movilización de pescadores artesanales se amplió a pobladores de la isla, ubicada unos 1.000 kilómetros al sur de Santiago, que buscan respuestas a sospechas de que el vertedero de salmones contaminados al mar desató una marea roja -proliferación de algas que contamina a mariscos y algunos peces- tan nociva.

El viernes, los pescadores rechazaron la propuesta del Gobierno de Michelle Bachelet que incluía un bono de unos 300 mil pesos. Ahora, el Ejecutivo realizó una nueva propuesta de cuatro bonos que sumarían unos 750 mil pesos, la cual también fue rechazada de manera unánime.

Bajo este clima poco propicio, los manifestantes mantenían con esfuerzo los piquetes que cortan los accesos y rutas dentro de la isla y en zonas claves del continente, y es por esta razón que los pescadores de Chiloé advirtieron que las protestas se radicalizarán si no cambia su oferta para paliar la crisis y anunciaron que evalúan llegar hasta La Moneda, y así agotar las últimas instancias.

"Más allá de los reclamos de pescadores que buscan una ayuda económica hay un tema fundamental que es el medioambiental, los chilotas exigen al gobierno una respuesta: concretar un estudio medioambiental serio", dijo vía telefónica a la AFP el alcalde de Chonchi, comuna de Chiloé, Pedro Andrade.

El sábado se intentó permitir la salida de la isla de turistas que estaban varados y el ingreso de vehículos con alimentos y gasolina, ante el desabastecimiento que sufre la isla, pero la medida duró poco por desacuerdos entre distintos grupos de manifestantes.

"Consideramos que es una de las mayores crisis ambientales y sociales que ha vivido el país en mucho tiempo", dijo a la AFP Estefanía González, activista de Greenpeace desde Ancud, comuna de Chiloé.

La organización investiga el alcance y las causas de la marea roja, ante la denuncia de pobladores que consideran que la causa puede ser el vertido de unas 40.000 toneladas de salmones al mar.

La industria salmonera chilena niega esa versión, una posición compartida por el Gobierno. Sin embargo, ante la escalada de la crisis, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, anunció el viernes que encomendará "a un grupo de científicos independientes que realicen estudios necesarios para evaluar esas hipótesis". Por lo que los manifestantes esperan que se concrete esa medida para avanzar en la negociación.

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