Si Esteban Paredes toca la pelota y cambia el rumbo de un partido del Campeonato Nacional, también puede revolucionar una elección presidencial. Acá no es necesario burlar la resistencia de Johnny Herrera ni vacunar a cada arquero que se ponga en su camino sino algo más simple: ir a cumplir su deber cívico como vocal de mesa.

El capitán de Colo Colo, reciente campeón del fútbol chileno, llegó hasta la Escuela Presidente Riesco de Maipú, a eso de las 7:50 horas, donde es parte de la mesa 103M y de inmediato el lugar de votación comenzó a girar en torno a él.

Antes de las 9:00 horas ya había firmado varios autógrafos y atendido de grata forma a los seguidores que llegaron a pedirle una fotografía.

De hecho, fue tanto el cariño de los fanáticos que se decidió mover de lugar la mesa en cuestión para que el killer pudiese cumplir sus dos facetas: la de vocal y la de ídolo —y, obviamente, para que la gente que fuese a votar lo hiciera con mayor tranquilidad—.

Esteban Paredes se presentó en este balotaje luego de que se ausentara durante la primera vuelta, aduciendo desconocimiento. "No tenía idea de que era vocal de mesa, es un error mío… habrá que asumir la multa", se excusó el delantero en aquella oportunidad.

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