AFP

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó el miércoles su confianza en la capacidad del sistema financiero mundial de superar el Brexit, aunque admitió el surgimiento de "preocupaciones de largo plazo" por su impacto en el crecimiento global.

"Considerando el voto del Reino Unido en favor de una salida de la Unión Europea, nuestros equipos continuarán trabajando (...) para garantizar que el sistema financiero mundial se mantenga estable, y tengo confianza de que podamos hacerlo", dijo el mandatario.

Obama se expresó de esa forma tras la cumbre denominada "Tres Amigos", que tuvo lugar en Ottawa, junto a los mandatarios Enrique Peña Nieto, de México, y Justin Trudeau, de Canadá.

De acuerdo con Obama, el llamado 'Brexit' genera "preocupaciones de largo plazo" sobre el crecimiento global en momentos de desempeño tibio.

"Pienso que hay algunas genuinas preocupaciones de largo plazo sobre el crecimiento global si, de hecho, el Brexit pasa y eso congela las posibilidades de inversiones en el Reino Unido o en Europa en su conjunto", expresó.

Para Obama, "en un momento en que las tasas de crecimiento global ya son frágiles, esto no ayuda".

Pero el tema dominante fue el impacto global de la decisión del Reino Unido de irse de la Unión Europea, un paso que Trudeau y Peña Nieto, que ya se reunieron el martes, criticaron abiertamente en tanto instaron a no caer en tentaciones proteccionistas.

El mandatario estadounidense también se refirió a la relación de su país con México, en una velada referencia a la política interna de Estados Unidos, en especial al virtual candidato presidencial republicano Donald Trump.

Obama alertó contra la tentación de un repliegue, un "mal remedio" ante las "legítimas" inquietudes ligadas a la globalización.

"En una economía globalizada, la solución no es aislarnos del resto del mundo", dijo Obama, quien sin embargo evitó nombrar al polémico millonario y aspirante presidencial.

Obama se refirió a México como "Nuestro vecino, nuestro amigo", marcando una clara diferencia con relación a Trump, quien propone construir un gigantesco muro en la frontera entre los dos países.

"A lo largo de toda nuestra historia, ha habido períodos en los que los sentimientos contra los inmigrantes han sido explotados por demagogos", dijo el mandatario.

Por su parte, Peña Nieto insistió en que "el aislamiento no es la vía al progreso", aunque también evitó referirse directamente al aspirante presidencial estadounidense.

"Somos vecinos, somos amigos y esta amistad está basada en una fuerte cooperación y en un trabajo de equipo", dijo el presidente de México.

La sombra de Trump 

La sombra de Trump flotó, de alguna forma, sobre la reunión de los tres mandatarios, cuyos países forman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por su sigla en inglés).

En un acto público, Trump dijo que en caso de que resulte electo presidente de Estados Unidos exigirá una renegociación del NAFTA, y que si mexicanos y canadienses se resisten a ello, Washington simplemente se retirará del acuerdo.

Durante una visita a la Casa Blanca a principios de marzo, el joven líder canadiense, que no oculta su admiración por Obama, respondió muy diplomáticamente al ser interrogado sobre el magnate republicano.

Pero ¿no temen Estados Unidos, Canadá y México que el Brexit debilite de rebote el acuerdo de libre comercio de América del Norte y suscite preguntas sobre su validez?

La Casa Blanca estima que la comparación con los sobresaltos de la construcción europea no es pertinente.

"Los países en América del Norte adoptaron una estrategia diferente que nos ha dado buenos resultados", afirmó el portavoz de Obama, Josh Earnest. "Es una estrategia que ha beneficiado la economía y la seguridad nacional de todos nuestros países", añadió.

"Objetivo ambicioso"

En tanto, Trudeau destacó los esfuerzos comunes de los tres países con relación al cambio climático, que consideró "la prueba de que la cooperación vale la pena, y que trabajar juntos es mejor que cada uno por su lado".

La Casa Blanca anunció que los tres países van a redoblar sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, con un objetivo claro para el subcontinente: generar, de aquí a 2025, el 50% de su electricidad con energías limpias (renovables y nucleares), cuando en 2015 ese porcentaje fue de 37%.

"Es un objetivo ambicioso pero que puede ser alcanzado", aseguró Brian Deese, consejero cercano de Obama. 

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